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Historias y Curiosidades

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Panera de Mengoyo
Abril, 1854. Mengoyo, la aldea mas alejada de la parroquia de Casares (Quirós), a más de mil metros de altitud con cuatro casas y una panera en la que sus 22 habitantes guardaban las cosechas de maíz, patatas y escanda.
Aquel día el cura acudió al lugar y se dio cuenta extrañado de que las chimeneas no humeaban, todos habían fallecido.
Describió de esta manera lo encontrado:
-“«Las pinas callejas del pueblo estaban pobladas de cadáveres. La puerta de la capilla permanecía abierta y tres o cuatro vecinos, en estado de putrefacción, yacían dentro, abrazados a los santos. Y los niños de pecho que había en el lugar estaban también muertos, abrazados a sus madres, que estaban tiradas entre la nieve que aún había en Mengoyo. La escena era trágica”
Tras inspeccionar los cadáveres, se concluyó que no había signos de violencia y atribuyeron las muertes al consumo de pan dulce, estaba envenenado y dos botánicos descubrieron arsénico en el agua. El pueblo fue quemado y ni los pastores enviaban allí sus ganados. La maleza se adueño del lugar y Mengoyo cayó en el olvido. Solo la panera fué rescatada de aquel gigantesco suceso.
Los vecinos de Villagondú (Quirós), se la llevaron a su pueblo, y allí permanece como testigo de una tragedia.
Esta es la panera de Mengoyo, que continua en Villagondú, silenciosa y cautelosa, ante los misterios y secretos sin desvelar, de la desaparecida aldea quirosana..
Paulino García

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El hórreo que viajó a Sevilla
En mayo de 1929 en Sevilla se realizó la exposición iberoamericana. Fue visitada por el Rey Alfonso XIII y su esposa Doña Victoria Eugenia de Battenberg.
Allí se encontraba el pabellón de Asturias, un precioso palacio con muchas dependencias, arte,  aperos etnográficos y fotografías de hórreos.
A la reina le llamó la atención y preguntó por qué no habían traído uno. Eso hizo que saltasen las alarmas y que se pusiesen a buscar uno para llevar a la exposición.
Llegó a oídos de una importante familia conservera de la Villa marinera de Candás, que podría ser Bernardo Alfageme.
Esta familia envió un hórreo de su propiedad que llegó a Sevilla en el mes de Noviembre.
Terminada la exposición volvió para Candás Allá por los años 70 el ayuntamiento compró la casa de la familia conservera y con ella su hórreo. La casa la demolieron y el hórreo con su preciosa subidoria y sus altos pegollos de arenisca, se bajaron al parque de la fuente de los Angeles, en el barrio candasín de la Matiella.
Allí luce desde entonces, con una gran historia y oculta para la mayoría de quien pasa por delante y solo ven un granero.
Julio Zapico


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La historia de Manolín, el Jabalí de Vicentón.
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En un pueblo de Belmonte de Miranda, Asturias, hace muchos años, vivía un señor bastante corpulento al que llamaban Vicentón. Todo lo que tenía de grande lo tenía de buena persona.
De profesión minero, ya jubilado hacía años, disponía de dos o tres vacas, media docena de caballos y un perro, pero lo que más le gustaba era atender la cubil (cuadra para cerdos) que tenía debajo del hórreo.
Presumía de que eran unos animales con un sabor especial ya que el macho para cubrir las hembras era un jabalí de más de 100kg, al cual cogió cuando apenas era un rallón (jabalí joven) al encontrar a su madre muerta en un lazo de un furtivo. Era tan pequeño que no tenía capacidad para huir.
Bautizó al jabalí con el nombre de Manolín, igual que su cuñado, con el que nunca tuvo una buena relación.
Manolín ya era famoso tanto en su pueblo como en los alrededores.
Mucha gente se acercaba a visitarlo para alimentarlo con pan y patatas, lo cual hizo que con los años se volviese tan dócil como el más dócil de los perros.
Comida de sobra y sexo en abundancia no fue lo suficiente para que un día que Vicentón en un descuido cerrase mal la puerta de la cubil. Manolín no dudó en escaparse a un inmenso bosque de castañales lleno a rebosar de castañas frescas y atractivas jabalinas.
Vicentón recibió un mazazo al perder a su mascota y amigo preferido del que tanto presumía. Sabía que nunca más lo volvería a ver. Algunos de sus vecinos también estaban apenados y otros, no sin cierta sorna, le preguntaban por Manolín.
Todo esto ocurrió un lunes del mes de noviembre.
Castañas a miles y libertad ¿Qué más podría desear?
 Con lo que no contaba era que esa zona era coto de caza mayor.

De domingo una cuadrilla de caza fue a cubrir el castañal. Sabían que allí los jabalís tenían mucha comida y que siempre levantaban alguno.
Soltaron los perros y empezó la fiesta. Entre ladridos y tiros la paz de aquel idílico castañal se truncó de golpe.
Dicen las malas lenguas que vieron entrar a Manolín en el pueblo como alma que lleva el diablo, que no le dio tiempo ni de miramientos. Tiró la puerta de la cubil de debajo del hórreo y nunca más se le ocurrió sacar el hocico fuera.
            Amplió su fama y se hizo aun más famoso con su aventura de ida y vuelta.
Falleció de viejo y tranquilo en su hogar debajo del hórreo de Vicentón.
 
Víctor Manuel Suarez García




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HISTORIA DEL HORRO DE CA PACHO EN NIEVA-GOZON 
​Este hórreo de Casa Pacho en Nieva, Parroquia de Llaviana – Gozón, tiene mucha historia que contar, empezaré diciendo que en su origen estuve puesto en la C/ Rivero de Avilés, estamos hablando posiblemente del siglo XVIII o antes, eso no lo pude averiguar pues el dueño no sabe decírmelo, tampoco sabe a ciencia cierta cuando se trasladó a su actual emplazamiento, posiblemente a mediados del siglo XIX.
En el año 1937 y hasta que acabó la guerra civil, sirvió de cuartel militar para las tropas franquistas, esto también ocurrió con la panera de Casa Rodrigo, muy cerca la una del otro. Pero lo verdaderamente interesante fue lo que pasó en el año 1945, la fecha me la comenta una amiga que es prima del actual dueño, con él y otros niños de la comarca de los que quedan viv@s no más de media docena, compartieron la experiencia que voy a relatar.
Apareció por el pueblo un maestro escuela, nunca dijo su nombre y se le conocía como el Maestro Nieva, era un huido del régimen franquista y se ofreció a dar escuela a todos los niños de la comarca, se instaló en este hórreo que utilizaba como vivienda y ponía escuela baxu el horro, empezaron pocos y se fueron sumando niños incluso de parroquias adyacentes como San Marín de Podes, era una persona muy particular con sus métodos de enseñanza y eso motivó que algunos padres empezaran a verlo con malos ojos, ( téngase en cuenta que había niños en que sus familias eran de diferente tendencia política ). Voy a trascribir literalmente las manifestaciones de una de las alumnas y eso da una idea del talante de este personaje. Me contesta a la pregunta que le hice sobre al año en que pasó todo esto.




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Soló fueron seis meses el tiempo que estuvo en el pueblo, los métodos que empleaba para enseñar, entre comillas, motivaron que fuera denunciado a la guardia civil y el día que subían a prenderlo alguien lo avisó y escapó como alma que lleva el diablo, nunca más se supo de él y la maleta que dejó en el horro estuve muchos años esperando que algún día pudiera aparecer a reclamar hasta que se deshicieron de ella.
​A finales de los cuarenta y principios de los cincuenta también servía de hospedaje y lugar de reunión para comer cuando se celebraban las fiestas de San Juan. En la panera de Casa Rodrigo que ya mencione antes, ocurría lo mismo durante las fiestas, en ella pernoctaban los miembros de la banda del cuartel del Milán de Oviedo, un tal Pepe Vega de Manzaneda era el encargado de mover el cotarro, este hombre también fue el autor de las coplas que son famosas en la parroquia, se refieren a la época en que se instaló la luz eléctrica en los pueblos de Llodero, Nieva y San Juan de Nieva, eso ocurrió en los años cincuenta del siglo XX. 
Amado Clemente Gonzalez Alvarez



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                                                                   UNA DE SANTOS

En un pueblo de Gozón, Asturias, se encuentra una capilla que en su día fue traslada de una casa cercana. Un buen amigo mío y amante de la cultura se interesó por su historia.

Fue preguntado de qué siglo era, qué representaba etc etc. Entre las cosas que los vecinos del pueblo le contaban una era que fue trasladada desde una casa cercana, entonces, él como alma inquieta que es preguntó dónde se encontraba su antigua localización y lo enviaron a una casa cercana.

Preguntó a los vecinos de dicha casa por la capilla y le contestaron que sí efectivamente, que hacía años estaba allí.

Mi amigo les preguntó que si les quedaba alguna reliquia de dicha capilla, a lo que el señor de la casa dijo que no recordaba. En ese momento su mujer recordó que sí, que tenía un par de santos en la panera.
​
Entonces se acercaron a la panera y sí efectivamente, allí estaban dos santos góticos de un valor cultural extraordinario, cumpliendo una función un tanto extraña para estas reliquias, se encontraban tumbadas en el suelo de la panera separando las patatas grandes de las pequeñas.
Víctor Manuel Suarez García


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El hórreo que compró Isabel Presley

En una lujosa urbanización de Madrid se encuentra la casa de una mujer muy conocida llamada Isabel Presley.
Conocida por ser la ex mujer del famoso cantante  Julio Iglesias, Don Carlos Falcó Marques de Griñon  y del ex ministro Don Miguel Boyer, actualmente tiene un romance con el premio nobel de literatura Don Mario Vargas Llosa.
El vecino más próximo a su lujosa casa y tan solo separado por un muro era un diplomático ruso  y que disponía de una gran piscina donde tenía a su vez un hórreo asturiano a modo de vestidor.
La señora Isabel Presley , entre boda y boda decidió hacer obras en su finca, pero por causa de un desgraciado accidente laboral, el muro que separaba ambas fincas cayó sobre el hórreo del vecino diplomático, siendo de tal magnitud el derrumbe que del hórreo no se pudo salvar nada.
Consecuencia, la señora Isabel Presley encargó a un artesano asturiano la compra y posterior traslado y montaje de un hórreo asturiano en la finca de su vecino diplomático.
Eso demuestra que el amor por los hórreos es internacional.
Víctor Manuel Suarez García


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​EL FONTÁN DE OVIEDO, MERCAO TRADICIONAL BAJO LOS HÓRREOS.

Más o menos  por el siglo XVI en Oviedo, a las personas que no tenían medios para comprar una casería, se les permitía colocarlos entre otros sitios, en la zona de fontán.
El Fontán siempre fue la zona del mercado de Oviedo.
La confluencia de los hórreos y el comercio fue uno de los mercados más vistosos que desgraciadamente hoy no podemos ver.
Los hórreos tenían propietario, pero el terreno era municipal, así que los puestos de venta se colocaban debajo de los hórreos, preservándose así del sol y de la lluvia.
Desgraciadamente llegó la época de la construcción masificada y empezaron a molestar los hórreos para aprovechar recalificado suelo.
Un recuerdo más que quedó en eso, recuerdo.
Se puede decir que el mercado de los hórreos del Fontán, se fue transformando poco a poco hasta llegar al Carrefou
r. 


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SIGNIFICADO DE LOS PEGOLLOS DE MADERA
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Existen hórreos y paneras con uno o varios pegollos de madera, esto antiguamente no era por ahorrar, tenía otro significado que ahora paso a explicar.
El hórreo es un bien mueble, esto quiere decir que se puede trasladar según la necesidad de sus propietarios.
Muchas veces se situaba en terrenos que no eran del propietario del hórreo,  entonces muchos ayuntamientos obligaban a poner uno e incluso todos sus pegollos de madera.
Se entiende que al ser de madera su vida es mucho más limitada que la de los pegollos de piedra.
Un hórreo con pilares de piedra por ejemplo, está pensado para durar mucho tiempo y solo el dueño del terreno tiene derecho a tener el hórreo en él todo el tiempo que quiera.
En cambio el que tiene los pegollos de madera va a tener que levantarlo para su reparación y para volver a colocarlo necesita el permiso del propietario del suelo.
Con los años, muchos dueños de hórreos se compraron el suelo también, por eso todavía existen hórreos y paneras con alguno de sus pegollos de madera que todavía resiste, aunque su dueño también sea propietario del terreno .


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El hórreo convertido en plantación de berces
 
Los hórreos además de graneros y trasteros son un cajón de vivencias increíbles.
Esto sucedió según me comentaron las personas mayores, por la zona de Verdicio, en Gozón y la historia es así:
Una familia de pocos recursos y muchas bocas que alimentar, tenía deudas con el señorito de la zona.
El señorito para cobrar su deuda les quiso llevar el hórreo familiar, por aquel entonces parte fundamental de su forma de vida agrícola y ganadera.
Vino a avisarles que al día siguiente llevaría a una cuadrilla de carpinteros para desmontar su hórreo y llevárselo.
Los vecinos, que conocían a esa familia y también eran conocedores de la avaricia del señorito, se organizaron.
Con la ayuda de sus vecinos  incluso, según las malas lenguas, con los propios  carpinteros de la cuadrilla que al día siguiente llevaría el señorito al embargo,  esa misma noche desmontaron pieza a pieza el hórreo y se lo llevaron.
De dicho hórreo nunca más se supo de su paradero.
No contentos con ello y por la gran participación de vecinos y amigos, el hórreo se desmonto en tiempo récord y  les quedo tiempo para idear y llevar a cabo otra pequeña venganza.
En el solar en el que estaba instalado el hórreo y propiedad del señorito, los vecinos le dejaron una preciosa plantación de Berces  en muy pocas horas.
Al día siguiente, el señorito con su cuadrilla de carpinteros, alguno con cara de a ver dormido poco pero con una sonrisa de oreja a oreja  y recibido por todos los vecinos del pueblo llego al sitio donde supuestamente encontraría el hórreo.
Se comenta que nunca en Verdicio se rieron tanto al ver la cara de asombro del señorito.
Fue una noche larga pero fue una noche que lleno de orgullo a todos los vecinos y que nunca se olvidara.
Víctor Manuel Suarez García
  • BERZA- COL
VÍCTOR MANUEL SUAREZ GARCÍA


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EL EXTRAÑO CON BARBA ( I )
En el año 1982 a una parroquia de Carreño llamada Coyanca vino un joven madrileño cansado de la vida en la capital tratando de recuperar las riendas de su vida, ese madrileño, asturiano de corazón, se llama Arturo.
Buscando en los anuncios de los periódicos una casa en zona rural para alquilar y con un poco de terreno para poder ejercer de agricultor, encontró una panera-vivienda en Coyanca.
Coyanca es un pequeño pueblo de Carreño donde todo el mundo se conoce y donde, como en todas partes, siempre hay algún vecino desconfiado.

La guardia civil le visitaba todas las semanas y le pedía su documentación.
Arturo que es una persona noble y de un carácter excepcional, llego a coger confianza con ellos, dadas sus continuas visitas.
Conociendo como es, estoy seguro que al final les invito a comer en su casa.
La pareja de la guardia civil de turno se dio cuenta de que lo que pensaban los vecinos no eran más que bulos de una persona de mal corazón.
Entonces decidieron comentarle la razón de su persistencia en las visitas y no era otra que su vecino más próximo lo denunciaba todas las semanas aludiendo que sospechaba que era un miembro de la banda terrorista ETA, que en aquel momento estaba en plena actividad terrorista.
Arturo, sorprendido, decidió actuar. Dándole vueltas a la cabeza organizó meticulosamente su plan.
Un domingo, a la hora de la misa en la capilla de Coyanca, se acercó antes de que el resto de los vecinos llegasen.
Se llevo un atril, sus pinturas, se caló una boina y procedió a hacer un retrato de la capilla.
Los vecinos fueron llegando poco a poco y donde antes veían un peligroso terrorista, ahora ven en realidad un tranquilo pintor .
Desde aquel  entonces el extraño con barba era un "pintor de renombre" que vino a vivir a nuestro pueblo.
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VÍCTOR MANUEL SUAREZ GARCÍA


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EL EXTRAÑO CON BARBA ( II )
Arturo en realidad no era  un peligroso terrorista, pero tampoco un famoso pintor que recaló por Coyanca,  era una persona con ganas de vivir de su trabajo tranquilamente.
Así que decidió plantar lechugas, hizo una gran plantación de lechugas delante de su panera, ayudado en ocasiones por una de sus vecinas.
Arturo tenia además de la persona de mal corazón como su vecino y que siempre que podía le intentaba amargar el día, unas vecinas  que la vida las hizo fuertes y avispadas pero con un corazón enorme y que también sufrían las iras del  mal vecino.
Esto fue una de las razones del por qué su amistad se hizo más fuerte.
En una ocasión Arturo y una de sus vecinas estaba trabajando la tierra de lechugas, tierra que se encontraba pegada a una carretera apenas transitada por personas que no fuesen sus vecinos.
Ven que se acerca un coche matrícula de Madrid  y cuando llega a su altura este para.
Por aquel entonces se vendían cada lechuga a unas 50 pesetas o menos.
Se baja del coche un señor  estirado y con aires de superioridad dirigiéndose a Arturo y a su vecina  les dice:
Amables LUGAREÑOS, ¿ a qué precio venden esas preciosas lechugas?
Cuando Arturo le iba a contestar que 50 pesetas la unidad, su avispada vecina le pegó un codazo y se adelantó:
A 500 pesetas la lechuga,
 A lo que el señor  estirado le contestó, ante el asombro de Arturo:
Muy bien, póngame tres.
 Arturo todavía hoy, más de 30 años después,  cuando lo recuerda  se le escapa una gran carcajada, la misma que soltaron cuando el estirado visitante se fue.
Víctor Manuel Suarez García


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